Elías Jaua Milano
El éxito de
esa épica popular conducida por el General del Pueblo Soberano Ezequiel
Zamora estuvo en su capacidad de liderazgo, en la voluntad de triunfar
de sus hombres y mujeres, en la conciencia de la unidad de mando y en la
convicción de luchar por una sociedad de iguales, sueño inconcluso del
proyecto de Bolívar.
Este 10 de
diciembre del año 2017 nos toca librar otra batalla en el campo
electoral. La misma corriente histórica y popular que liderizó Zamora y
que vio postergada su llegada al poder hasta 1998, cuando bajo el mando
de un bolivariano y zamorista, Hugo Chávez logró una victoria
estratégica para la construcción de una sociedad donde podamos vivir
todos con justicia y dignidad, nos toca participar masivamente para
enviar un mensaje claro de paz y autodeterminación nacional.
Vamos a esa batalla en medio de una necesaria
estremecida ética a lo interno de la revolución, de malestares en
algunos sectores del movimiento popular por la designación o no
designación de candidaturas, de angustia por el ataque especulativo de
los últimos días y en el contexto de una agresión económica extranjera
cada vez más fuerte.
Es hora de
mirar el horizonte, de procesar los malestares, las angustias y las
conmociones y convertirlas en fuerza para defender lo estratégico, por sobre las diferencias tácticas.
Es la hora de oír de nuevo con atención, el llamado de Chávez del 8 de diciembre de 2012, “Unidad, lucha, batalla y victoria”. Nos vemos en Santa Inés. Amanecerá y veremos.
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