Elías Jaua Milano.
Para su formación integral, los niños y niñas en las Escuelas Bolivarianas tienen acceso a la tecnología. |
El pasado viernes 15 de septiembre se
cumplieron 18 años de la implementación, por parte de nuestro Comandante
Hugo Chávez, de las Escuelas Bolivarianas. Programa educativo que
rescató la concepción del Estado Docente, tesis del gran Maestro
venezolano Luis Beltrán Prieto Figueroa, desechada en la última década
del siglo 20 por el modelo neoliberal privatizador.
La Educación Bolivariana reivindica el
papel indeclinable del Estado en garantizar la educación pública,
gratuita y de calidad como derecho humano fundamental. Igualmente,
persigue garantizar que nuestros niños, niñas y jóvenes sean formados en
los valores republicanos de Simón Bolívar, que son la base de nuestra
nacionalidad, y en los fines que como Nación hemos acordado en nuestra
Constitución, la Independencia, la soberanía, la igualdad, la
solidaridad, la justicia, la paz, la democracia participativa y
protagónica y el reconocimiento a nuestra pluriculturalidad.
De igual manera, el programa de Educación
Bolivariana concibe la Escuela como una integración de variables que
contribuyen al libre desarrollo de la personalidad, en lo individual y
en lo social. Para ello es necesario que además de la formación
académica, los y las docentes tengan derechos laborales garantizados,
que los niños, las niñas, los y las jóvenes reciban alimentación
adecuada, practiquen deporte, desarrollen su vocación cultural,
científica y en oficios prácticos, tengan acceso a las tecnologías de
información y comunicación, desarrollen capacidades de liderazgo social y
político, entre otras importantes áreas del saber y el hacer, como lo
predicó el Maestro Simón Rodríguez, maestro de nuestro Libertador.
Más allá del debate político y social
polarizado, que en la educación ha tenido el escenario para el
desarrollo de falsas matrices a lo largo de estos 18 años, los
resultados, además de ser cuantificables, pueden ser apreciados
cualitativamente.
Logros a la vista, 18 años de paz en el
magisterio y en los liceos, una generación que aumentó de talla y peso,
una generación que brilla en todos los escenarios deportivos mundiales
donde se presenta, una generación que canta, hace música, teatro, pinta,
una generación que se asume protagonista de lo político y social, una
generación que se mueve como pez en el agua en el mundo de las
tecnologías de la información.
Hoy podemos afirmar, que hay una
generación más consciente de nuestra historia, de nuestra diversidad
cultural, de la importancia de tener una Patria, de la responsabilidad
histórica de ser herederos y herederas de Bolívar y de los libertadores y
las libertadoras de toda Suramérica. Misión cumplida, Comandante
Chávez.
Ahora nos toca a nosotros. Los desafíos
siguen siendo grandes, consolidar y expandir lo logrado, no permitir la
reversión. Seguir luchando y formando para la calidad académica,
cultivar con más empeño los valores de la convivencia pacífica, del
reconocimiento del otro y la otra, sembrar en la conciencia colectiva la
necesidad de una cultura del trabajo productivo y de la preservación
ecológica, como fundamento de un modelo económico que nos permita
producir lo que necesitamos como sociedad, para poder vivir con
igualdad, justicia, dignidad y libertad.
Especialmente, hoy tenemos como reto que
nuestro modelo educativo se convierta en el espacio para la restauración
plena de la ética, de la moral pública, del valor de la honestidad y de
la lealtad para preservar y expandir hacia el futuro nuestra República
Bolivariana de Venezuela. Feliz inicio de año escolar 2017 2018.
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